¿Sabes que tienen en común Pocoyó, "El día que vencí a la pereza" y "Mocho"?
Pues si ya estas en este blog, sospecharas que algo tienen que ver conmigo. De hecho tienen MUCHO que ver conmigo.
Todos ellos llevan una parte de mi tiempo y de mi creatividad.
Para Pocoyó (en concreto para Zinkia, que es la empresa donde se produce) llevo trabajando algo mas de 8 años. En todo este tiempo puedo decir que he pasado por todos los estados anímicos posibles: aburrido, cansado, ilusionado, deprimido, entusiasmado, incluso flipado! Pero tengo que reconocer, que sin todas esas vivencias, nunca habrían nacido estos dos cuentos infantiles.
En un tiempo en el que no fue fácil trabajar en la mítica serie, por detalles que no vienen a cuento, mi amigo Rodrigo Palacios, reconocido escritor, me propuso ilustrar su primer cuento infantil: "Mocho". Me hice de rogar la verdad.
Siempre había algo por delante de Mocho: un freelance, una siesta, un domingo de pereza... Pero finalmente, una tarde, me puse a esbozar a modo de StoryBoard, que había sido una de mis ultimas tareas en los departamentos audiovisual.
Fue entonces, cuando la magia fluyó. Una vez abocetada la primera viñeta, surgió la siguiente, y la siguiente, y otra más... Y todo lo que no había surgido tiempo atrás comenzó a salir casi de una forma mágica.
Mocho era mi vía de escape, mi salida del área de confort que tenia tras mi jornada laboral. Cierto es también que Rodrigo era un público agradecido. Cualquier imagen o idea que surgía, le gustaba. Algunas veces pasa que encuentras mucha sintonía con alguien a nivel laboral, y ciertamente, se agradece.
Casi sin darme cuenta, había acabado de ilustrar la increíble historia de "Mocho".
Pero después de tenerlo acabo, me surgió de nuevo el vacío. El "necesito crear y contar mas cosas" en este nuevo formato que había descubierto.
Una tarde de esas de fin de semana en las que casi estas esperando que no pase la tarde de Domingo, pero a la vez, quieres que lo haga para estar en activo el Lunes, la idea surgió casi de un juego.
A Eva, mi hija, le tocaba recoger su habitación y colocar la ropa para ir al colegio a la mañana siguiente. En un intento creativo por mi parte de levantarla del sofá, pensé en darle personalidad a La Pereza.
En ese momento me la imaginé muy claramente encima de Eva. Pesada, calentita, con tacto de terciopelo, agradable, por que no. Pero todo eso la estaba reteniendo en el sofá para no hacer todo aquello que normalmente le costaba un poco menos de hacer.
"Eva, tienes que vencer a la Pereza.", le dije de forma instintiva... Eso a ella le debió de resonar, por que conseguí atraer su atención, y proseguí con la inventiva: "Fíjate, la tienes justo encima y está tan contenta por que te tiene en su poder que cree que nunca la vas a poder vencer".
En ese momento, Eva se puso de pie en el sofá muy seria y me contestó: "¡A mi la Pereza no me va a vencer nunca! Ahora mismo me la voy a quitar de encima para que vea que no va a poder conmigo".
Después de decir esto se fue hablando entre dientes hasta su habitación. En menos de 10 minutos había recogido su habitación y colocado la ropa.
Nada mal para una niña de 5 años.
Fue ahí cuando pensé que esto lo tenia que contar de alguna forma, y no solo a los papas del cole de Eva. De esta forma nació mi primer cuento, tanto escrito, como ilustrado.
Siempre agradeceré a Ana Cobo, con su Editorial Palabras de Agua que confiara en nosotros para editar estos dos primerizos cuentos en el mundo de la literatura infantil.
Ahora que ya están a la venta mis 2 cuentos, y que Pocoyó sigue mas vivo que nunca en su canal de YouTube, me siento super agradecido a todo este camino y este aprendizaje.
Hay mas ideas, hay mas cuentos, hay mas tiempo, pero cada uno tendrá su propia vida, y su propia historia.
Tienes estos cuentos a tu disposición, en estos links: